Vivimos en una época en la que tenemos acceso a comprar cualquier cosa que se nos ocurra a unos pocos clics sin tener siquiera que levantarnos del sofá. Esto ha derivado en que nuestras casas se empiezan a llenar cada vez más de cosas, causando desorden, agotamiento y en algunos casos acumulación excesiva.
Hoy ya está reconocido que nuestra calidad de vida está directamente relacionada a nuestro entorno. Cuanto más armonía y orden haya en nuestro ambiente, más energía, más tranquilidad y más paz tenemos. Un espacio ordenado, ya sea en casa o en la oficina, facilita nuestro rendimiento en todos los aspectos. El desorden contribuye a problemas de salud tales como fatiga, depresión y estrés.
Organizar nuestros espacios es una forma de auto-cuidado, simplifica nuestra vida y nos ayuda a ver todo con más claridad.
El orden físico (otro día ya hablaremos de la gestión del tiempo!) tiene múltiples beneficios, aquí te cuento algunos:
- Ganas tiempo: Dejarás de perder tiempo buscando cosas que no sabes dónde guardaste. Podrás salir de casa a la hora que debes.
- Reduce el estrés / Mejora la salud mental: tener demasiadas cosas es agotador. Cuando organizas tu casa sientes que te has quitado un peso de encima.
- Incrementa la productividad: trabajar en un espacio organizado evita las distracciones y produce tranquilidad.
- Limpiar más rápido: cuando un espacio está organizado se puede limpiar mucho más rápidamente (¡seguimos ganando tiempo!)
- Ahorras dinero: ¿Cuántas veces has comprado algo porque no encuentras lo que ya tenías? Saber dónde tenemos las cosas nos ayuda a no comprar 2 veces o más…
- Mejora en la dinámica familiar: el desorden causa múltiples discusiones familiares.